La muerte de Miguel Teubal nos ha llenado de tristeza y dolor profundo, una pérdida que nos colma el corazón. Pero también nos ha convocado para celebrar su vida y su memoria compartiendo unas palabras a modo de homenaje. No queremos decir que son palabras de despedida, pues siempre sentiremos a Miguel, como a Norma Giarracca su compañera de vida, aventuras e investigaciones, cerca nuestro, acompañando los caminos de quienes formamos el Área Rural del Instituto de Investigaciones Gino Germani.
Miguel Teubal tuvo una vasta trayectoria académica, enfocado en los estudios rurales, en sus primeros años de vida académica se focalizó en el papel del agro en el desarrollo y sus repercusiones sobre los sectores populares. Posteriormente, en los años del exilio, estudió los complejos agroindustriales y sus vínculos con los sectores medios y populares del agro. Ya a su vuelta al país lo atrapó el estudio de los sistemas agroalimentarios y los modelos agroindustriales y de agronegocios de Argentina y América Latina. Una pregunta, tan simple de formular como compleja de dilucidar, lo obsesionaba y guiaba tanto en sus investigaciones como en sus intervenciones políticas: ¿por qué persiste el hambre para importantes franjas de la población en Argentina y América Latina cuando allí se encuentran cuantiosos bienes naturales y tierras fértiles que permitirían alimentar a gran parte de la población mundial? Con este interrogante a cuestas recorrió América Latina, dando clases y conferencias magistrales en diversas universidades y congresos académicos, pero también conversando, aprendiendo y escuchando en cientos de comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes con quienes compartió sueños y luchas, comidas y bailes. En este caminar surgían nuevas reflexiones desafiantes -siempre en estrecho contacto con la realidad material de los sectores populares- que lo empujaban a abordar los grandes corpus teóricos con gran eclecticismo y seriedad.
Su compromiso y rigurosidad con la investigación eran tan fuertes como su solidaridad con las luchas de los actores subalternos de los mundos rurales latinoamericanos. En la casa de los Teubal- Giarracca podíamos encontrar desde académicos renombrados de los cinco continentes hasta referentes de los movimientos sociales rurales de toda América Latina, que encontraban allí su propia casa. En ese lugar de encuentro del barrio porteño de Coghlan se realizaban tertulias académicas y musicales memorables: conversaciones y debates infinitos, sabores y canciones exquisitas y una hospitalidad forjada en los años de exilio durante los cuales, tanto Norma como Miguel, encontraron cobijo en casas amigas y compañeras de Londres, Madrid y Ciudad de México. Esa solidaridad y fraternidad era la que se encontraba quien traspasara el umbral de la calle Washington.
Sus trabajos son citados por toda América Latina y a escala global, y él, modestamente, sonreía cuando se daba cuenta del impacto de algunas de sus investigaciones que traspasaban a veces los ámbitos académicos y llegaban incluso a los diferentes movimientos campesinos o indígenas de Nuestra América.
Realizó su carrera de grado y maestría en la Universidad de California, Berkeley, a finales de los 50’s y en ese período analizó críticamente los procesos de integración regional que se ensayaban por esos años en América Latina. A su regreso a Argentina, comenzó a trabajar con el Dr. Julio H. G. Olivera, uno de sus mentores, e ingresó al mundo de la docencia en la Universidad de Buenos Aires. En julio de 1966, tras la represión conocida como la “Noche de los Bastones Largos”, Miguel renunció a sus cargos y poco tiempo después retornó a California para cursar su doctorado en Economía Agraria bajo la supervisión del Dr. Alain de Janvry. Esta vez su problema de investigación se centraba en el rol del sector agropecuario en el desarrollo nacional. En su tesis, defendida en 1975, propuso la definición y el cálculo del excedente financiero del sector, y sirvió de referencia para numerosos trabajos y debates al respecto.
Como parte de su diversa trayectoria profesional y personal, Miguel fue también editor de la Editorial Periferia, que en los años sesenta y setenta publicó libros de importante referencia para el debate académico y político. Este proyecto quedó trunco por el avance represivo y el exilio forzado al que se vio obligado él y su familia durante la última dictadura cívico militar. Su participación en el armado de la Carrera de Economía de la Universidad Nacional del Sur (UNS) fue también determinante para que fuera incluido en las “listas negras” del terrorismo de Estado que azotó a la Argentina de la Triple A y las Fuerzas Armadas, amparadas en y desde el aparato estatal.
Durante el exilio con Norma y sus dos hijos, Julián y Emilio, continuó con su carrera académica en Inglaterra, España y México, siendo esta última una tierra que adoptaron como propia, junto con esa sinuosa identidad argen-mex que los acompañó hasta el final de sus días, refrendada desde los años noventa en su apoyo y simpatía hacia la lucha de los y las zapatistas.
A la vuelta de la democracia, retornó al país junto a su familia y reingresó en el CONICET donde se jubiló como Investigador Superior -la categoría máxima de este organismo de investigación- y desde el cual formó a decenas de tesistas y becarios/as, así como dirigió múltiples proyectos de investigación sobre las cuestiones rurales y los sistemas agroalimentarios. También culminó su trabajo docente como Profesor Titular Emérito/Consulto de la Universidad de Buenos Aires con una cátedra de Economía a su cargo durante más de veinte años. Asimismo, Miguel impartió clases en diversas universidades de América Latina y Europa ininterrumpidamente desde los años sesenta hasta la actualidad, muchos de los estudiantes de esas casas de estudios lo siguen recordando con admiración.
Participó en diversas investigaciones del Grupo de Estudios Rurales y luego fue parte activa del Área de Estudios Rurales del IIGG junto a Norma Giarracca y Susana Aparicio. Fue fundador y miembro hasta estos días del GT Estudios Críticos del Desarrollo Rural del CLACSO. Allí influenció y formó a decenas de investigadores/as que conformamos los distintos equipos de investigación rural del IIGG así como a cientos de investigadores/as latinoamericanos/as que continuaremos con su legado, su mirada lúcida y crítica del campo latinoamericano y su energía inagotable para la investigación y el trabajo de campo, además de la fatigosa lectura e interpretación de los datos estadísticos de la estructura agraria latinoamericana.
También Miguel tuvo otra faceta, quizás menos conocida, que es la del artista: músico, pianista y compositor, grabó algunos discos de música contemporánea y en sus últimos años tuvo la oportunidad de dedicarse cada vez más tiempo a esta otra pasión que compartía junto a la investigación y la docencia.
Era grato llegar a su casa para alguna reunión, alguna consulta o algún evento y escuchar el piano sonando con música original desde su sala de estar convertida, en parte, en estudio de música. Allí podían encontrarse además otros músicos, entre ellos sus hijos, ensayando, componiendo o, solamente, pasando el rato, un buen rato de música y risas.
Miguel se reía mucho y tenía un gran sentido del humor y aunque podía ser muy testarudo cuando se enojaba, era de carácter apacible la mayor parte del tiempo. Era, también, muy distraído y él sabía reírse de sí mismo al respecto. Hay innumerables anécdotas de su andar despreocupado , ese mismo que hacía que la gente rápidamente entrara en confianza y empatizara con él. Su hablar pausado y de extraña sonoridad -como si fuera extranjero- se volvía tierno y familiar al tiempo de escucharlo y conocerlo. Sus pláticas eran siempre interesantes y variadas.
Saludamos y abrazamos en estos días aciagos a Julián y Emilio, sus hijos, y a Emma, Ludmila y Tupac, sus nietxs, que tanto Miguel como Norma amaban infinitamente.
Grupo de Estudios sobre Mercados de Trabajo Agropecuario (GEMTA)
Grupo de Ecología Política, Comunidades y Derechos (GEPCYD)
Grupo de Estudios Rurales – Grupo de Estudios de los Movimientos Sociales de América Latina (GER-GEMSAL)
Área Rural del Instituto de Investigaciones Gino Germani
Facultad de Ciencias Sociales
Universidad de Buenos Aires